Scroll Top
S. Vicente Mártir, 2 bajo. 24004 León

LA EDUCACIÓN EMOCIONAL Y EL TIEMPO LIBRE

Para hablar de Educación emocional y de competencias básicas, es conveniente conocer los términos “emoción” y “competencia básica”. Emoción: es toda reacción del organismo que perturba su estado normal, generando una respuesta al estímulo que lo ha causado, ya sea externo o interno. Competencia: Conjunto de conocimientos, capacidades, habilidades y actitudes necesarias para realizar actividades diversas con un cierto nivel de calidad y eficacia. Pero…. ¿cómo conseguimos que los chicos y chicas que participan de nuestras actividades de tiempo libre, puedan ser competentes emocionalmente? Muy sencillo, aunque a la vez costoso, pues es un proceso lento que conlleva esfuerzo por parte de todos. Daniel Goleman, fue un psicólogo estadounidense que investigó sobre la eficacia que tenía trabajar las emociones y a su vez, su influencia ante las situaciones difíciles que se plantean o los estudios, o su motivación ante las diferentes actividades. Este psicólogo, descubrió el término inteligencia emocional, la cual consiste en conocer las propias emociones y aprender a manejarlas para motivarse a sí mismo. Además, trabajar la inteligencia emocional ayuda a reconocer las emociones de los otros y establecer relaciones positivas (trabajar las habilidades sociales y el propio bienestar personal). Ahora bien, se nos plantea un doble dilema, ¿cuál es la función real de la educación no formal que ofrece el tiempo libre?, y ¿dónde está la importancia de las emociones? La educación tiene una finalidad principal: desarrollar todas las capacidades y habilidades de los alumnos, teniendo en cuenta sus ritmos de aprendizaje y conocimientos previos ser mediadora entre el medio y el alumno, es decir, si el alumno tiene que vivir en un medio, tiene que saber cómo hacerlo y la educación tiene esa función de regulación de aprendizajes. Pero la educación no formal… ¿cuál es su finalidad? Muy sencillo, educar en la vida, en los valores, en lo que uno mismo tiene y puede trabajar, y eso que tenemos, esa parte tan bonita y tan sentida, es la parte emocional. Por estas razones, es necesario que entre en juego la educación emocional ya que, si la educación se encarga de desarrollar las competencias básicas de los educandos, la educación emocional es necesaria para responder a las necesidades sociales y emocionales (menos instrumentales) de los chicos y chicas que la educación formal no consigue abarcar. Teniendo en cuenta todo lo anterior, la educación emocional se podría definir como el desarrollo de las competencias emocionales tales como: autogestión (auto-concepto y autoestima), habilidades sociales, regulación emocional, conciencia emocional, inteligencia interpersonal… En definitiva, la educación emocional ayuda a desarrollar todas las capacidades y habilidades que ayudan a la persona a mejorar su bienestar personal y social. Por eso el tiempo libre debe ser una opción al trabajo de los chicos y de sus emociones. Brindar un tiempo libre seguro a nuestros chicos ayuda a que se muestren tal y como son, a que incluso puedan equivocarse por sentirse tan cómodos y tan confiados, y para eso estamos nosotros, los animadores y coordinadores de tiempo libre, para educarles no sólo en la parte más instrumental, sino en la parte emocional. Esa parte que a veces se da por hecho, pero que realmente no debe ser así. Pensar que nuestros chicos sienten y se emocionan es básico para poder ayudarles a trabajar una parte que para relacionarse con el entorno es vital.  Y como me parece que es algo básico, aquí os dejo unas cuantas dinámicas y unas cuantas estrategias que podemos trabajar con nuestros chicos durante las actividades del tiempo libre. ¡ESO SÍ! Todo esto no es una verdad absoluta y está sujeto a cambios, y siempre y cuando se tengan en cuenta las necesidades que nos presentan nuestros chavales, podremos adaptarnos a ellos y satisfacerles de la mejor manera posible. Con los más pequeños podemos trabajar la educación emocional a partir de cuentos y canciones y con los alumnos un poco más mayores pequeñas dinámicas que os dejo a continuación: Cuentos: “El monstruo de los colores”, “El Emocionario”, “Elmer”, “Por cuatro esquinitas de nada”, “Si yo tuviera una púa”, “Adivina cuánto te quiero”, “El árbol de los recuerdos”, y muchos más. Canciones: trabajar las emociones a través de música clásica ayuda a que nuestros alumnos, además, trabajen la escucha activa, de forma que así puedan sentarse con los compañeros a escucharlos cuando hablan, a entenderles y dar respuesta o consejos a diversas situaciones. Dinámicas: las actividades que se presentarán a continuación son para trabajarlas con alumnos desde la etapa de Educación Primaria hasta los más mayores de ESO y Bachillerato (desde 5º de primaria hasta los 17 años, más o menos): – El árbol: cada niño será representado por un árbol en el que las raíces son sus datos personales, el tronco es su nombre y su foto y en las ramas y hojas se colocan algunas de sus cualidades y otras que se desean conseguir. Estas cualidades son las que los compañeros y él mismo irán colocando. – “Se busca”: el animador describe cualidades de uno de los chavales y el resto tiene que adivinar de quién se trata. – Reconocer y verbalizar aquellas cosas en las que uno es mejor/peor. – Mirarse en el espejo y describirse. – A partir de un póster que muestre las diferentes razas y los estereotipos de la sociedad, analizar la identificación, respeto y aceptación y la no discriminación de la diversidad. – En momentos que quizás algún chico o chica necesite un pequeño impulso se puede trabajar la dinámica de “La caja sorpresa”: se pide al chaval que abra la caja y en ella se encontrará un pequeño espejo. Para que esta dinámica funcione, el animador dará la caja sorpresa al alumno y le dirá: “ábrela y verás lo más bonito del mundo.” El chaval al abrirla sentirá un cúmulo de emociones dentro de sí que nos ayudará a trabajarlas. Las ideas aquí presentadas son unas dinámicas básicas que se proponen para trabajar las emociones con los chavales que disfrutan del tiempo libre en nuestras asociaciones. Se pueden resumir a continuación los beneficios de una adecuada educación emocional: – Disminución de pensamientos negativos (ansiedad y estrés) y mejora de la autoestima. – Menor número de conductas disruptivas. – En el ámbito más académico: mejora del rendimiento académico. – Disminución en la iniciación del consumo de drogas y desórdenes alimenticios. – Mejor adaptación escolar, familiar y social. “La educación que deja huella no es la que se hace de cabeza a cabeza, sino de corazón a corazón.” (H.G.Hendricks)

Jenifer Sancho Cobo